Existen varias versiones sobre el origen del nombre de la Ciudad, entre las más rescatables tenemos:

TINGO proviene de la palabra quechua TINCCO que significa encuentro, el cual hace referencia a la unión de los ríos Monzón y Huallaga que se unen a la altura del Puente Corpac.

Para el nombre de MARIA se tiene referencia que existió una pobladora que vivía en el margen de la unión de estos ríos, esta pobladora atendía a las personas que transitaban por los afluentes del rio Huallaga, brindándoles hospedaje y alimentación. Otras versiones afirman que se encontró en ese lugar una mujer ahogada y cuyo nombre era MARIA.

 

EPOCA INCA

Según los relatos de los cronistas del imperio Inca (Huamán Poma y Antonio Raymondi), la región de la provincia de LEONCIO PRADO estaba habitada por tribus indígenas llamadas LOS PANATAHUAS entre las riberas del río MONZÓN y CHUNATAHUA y otras tribus como los TULUMAYOS en las riberas de los ríos TULUMAYO y CHOLONES en las márgenes del río Magdalena. Siendo estos los primeros indicios de habitantes en nuestra región.

Se conoce también a través de los cronistas que estos pueblos ante el temor de una inevitable invasión de los ejércitos del Inca decidieron alejarse aún más adentro en la selva virgen, eso ocurrió en la época del Imperio del TAHUANTINSUYO. Se conoce por los relatos que los ejércitos del gran Inca PACHACUTEC tomaron por asalto esta parte de la selva peruana, penetrando por la actual provincia del AMAZONAS llegando sin ningún contratiempo a la actual HUALLAGA CENTRAL donde encontraron establecida al Imperio RUPA RUPA (actual Leoncio Prado ), donde colocaron los hitos del Imperio Incaico.

En la actualidad como vestigio del legado Inca encontramos un camino empedrado de 5 kilómetros de longitud entre inmediaciones de LEONCIO PRADO y PACHITEA. Estudiosos consideran que este camino sirvió de nexo entre la SELVA ALTA y gran parte de la SIERRA peruana. También se encontró complejos arquitectónicos en el sector de la actual SHAPAJILLA y las ruinas de ASPUZANA un poco más al Oriente de las mundialmente reconocidas ruinas del GRAN PAJATEN.

EPOCA COLONIAL

La historia señala a Don MARTIN ALCANTARA como la primera autoridad encargada de la entonces RUPA RUPA región conformada por los indios de HUANUCO, este encargo le fue asignado por Don FRANCISCO PIZARRO Gobernador del PERU en 1539, posteriormente en 1548 el entonces Don PEDRO DE LA GAZCA presidente de los reinos del Perú, nombro al capitán GOMEZ ARIAS DAVILA como encargado de las regiones colindantes a RUPA RUPA y no fue hasta 1557 que el Virrey HURTADO DE MENDOZA le concedió el título de Gobernador del Imperio de RUPA RUPA. Este en compañía de FRAY JURADO y otros encontraron férrea resistencia por parte de los lugareños siendo finalmente derrotados por las fuerzas Españolas.

Se considera al Padre SALAZAR de la orden de Jesús como fundador de la zona de CHINCHAO, desde ese lugar llamado SAN CRUZ DE TUNOA se desplego la ruta de evangelización para los lugares que hoy conocemos como TINGO MARIA, LAS PALMAS y NARANJILLO.

Esta época se caracteriza por el interés de los gobernantes por la exploración de la zona, muchas veces con el apoyo de otros países. Entre las visitas mas importantes se encuentra la del norteamericano ANDRES MATHEWS y el Sargento Mayor DON PEDRO BELTRAN, quienes en sus crónicas dejaron legados importantes sobre la visita que realizaron a esta parte del Perú.

En 1868, el Oficial del Ejército Peruano LEONCIO PRADO en compañía de otros expedicionarios, desarrollaron trabajos de investigación Hidrográfica, bajando por el caudal del río Huallaga se internaron en el Amazonas.

EPOCA REPUBLICANA

Fue un 15 de Octubre de 1938, cuando toda la comunidad del poblado del que ahora es TINGO MARIA, se había reunido a pedido del Ing. ENRIQUE PIMENTEL, quien mostrando el acuerdo de ley y con frases emocionadas hizo conocer a los presentes que los terrenos que comprendían Tingo María habían sido expropiados a favor de los colonos que habitaban por aquel entonces.

Queda sellada la historia de la fundación de Nuestra ciudad teniendo como patrona a Santa Teresita del Niño Jesús por el fervor católico que mostraban los pobladores.